El vertido directo al mar de salmuera, procedente de los procesos de desalación, forma un
penacho de agua muy densa (pluma) que se dispersa sobre el fondo marino por su mayor
densidad en la dirección de máxima pendiente. La elevada diferencia de densidad hace que los
procesos de dilución de la salmuera con el agua de mar del entorno sean lentos por lo que
estas plumas hipersalinas se extienden sobre amplias áreas afectando a su paso a las
comunidades bentónicas presentes. La planta desaladora Maspalomas II al sur de la isla de
Gran Canaria (Islas Canarias) vierte la salmuera a través de un emisario submarino sobre parte
de la pradera marina de C. nodosa (sebadal) más extensa de la isla. El comportamiento de este
vertido de salmuera fue caracterizado bajo diferentes condiciones hidrodinámicas, así como el
estudio del proceso de distribución de las praderas marinas en la zona de afección e
inmediaciones. Un mayor grado de exposición hidrodinámica favoreció la dilución de los
márgenes laterales de la pluma y por consiguiente la reducción de la zona de afección o
impacto. Los recorridos de estas plumas de salmuera coincidieron con un auténtico pasillo de
ausencia de cobertura vegetal. Los sebadales se distribuyeron a partir de los márgenes
externos de las zonas de afección del vertido de salmuera indicando la sensibilidad de C.
nodosa a estos vertidos...